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Guardamuebles |
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En la actualidad se encuentra vigente un nuevo servicio los guardamuebles. El cual ha surgido ante la creciente demanda de la gente por ubicar pertenencias en lugares externos, por lo cual expertos en análisis de mercado han sabido como explotar este novedoso negocio. ¿Cuál es su funcionalidad? Son depósitos temporarios. Representan una solución alternativa para aquellas personas que verdaderamente no saben donde colocar ciertos muebles porque no cuentan con el espacio necesario, sobre todo porque cada vez se hace mayor uso de viviendas de espacio reducido que son mas bien de carácter funcional. Existen diferentes razones por las cuelas en algún momento de la vida el ser humano se encuentra con una variedad de cosas que no sabe donde colocarlas, entre ellas: mudanza a un lugar más pequeño, herencia, un viaje a otro país por tiempo limitado/ilimitado, divorcio, etc.
Es evidente que esos muebles desean ser conservados, lo que puede estar determinado por valores afectivos-emocionales, por necesidad, porque la venta de los mismos implica perdida de dinero, en general los muebles con los que cuentan las personas fueron elegidos, y adquiridos con mucho esfuerzo. Sin lugar a dudas son objetos que no pueden perderse, y ante la necesidad de conservarlos es que buscan este tipo de servicios.
El servicio se cobra por espacios medidos en metros cúbicos, y generalmente se abona mensualmente, como cualquier otro alquiler, pero también puede cobrarse por día, semana, mes o año. Sin embargo, teniendo en cuenta el tiempo que deben ser conservados y el espacio que ocupen, los costos pueden abaratarse. Este servicio usualmente lo brindan empresas de mudanzas o bien pueden estar tercierizados. Es de suma importancia mencionar que estos depósitos cuentan con seguridad las 24 horas del día. Además es necesario que la persona que haga uso de estos servicios sepa que los mismos deben estar asegurados, ante eventualidades tales como incendio, robo, extravió, etc. Por lo previamente mencionado es evidente que siempre debe haber un contrato por escrito, evitando así cualquier tipo de malentendido, engaño o estafa.
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